1. Estirar
Estirar antes de entrenar puede perjudicarte más que ayudarte. La elongación estática tensa los músculos y por el contrario, mientras corrés, los músculos se contraen.
¿Cuál es el sentido de estirar si después vamos a contraer? Mejor sería hacer un calentamiento leve, con movimientos funcionales que aumenten la frecuencia cardiorrespiratoria, la irrigación sanguínea para los músculos y la lubricación de las articulaciones, preparando al cuerpo para la actividad física.
2. No ponerse vaselina en los entrenamientos largos
Entre los muslos, en la parte genital, en los pezones, entre los dedos de los pies… El sudor en el cuerpo y la fricción de la ropa pueden aumentar la incidencia de las partes raspadas, sea en el frío o en el calor.
Además de vaselina, una buena opción es correr con una remera fina o una musculosa por debajo, lo que ayuda a proteger más algunas partes.
3. No llevar una remera seca
Muchos atletas se olvidan de llevar una remera extra y aguantan con la ropa húmeda hasta llegar a casa. Para quienes no lo saben, correr calienta mucho el cuerpo y no sacarse la ropa mojada puede bajar la inmunidad.
Por ello, llevá siempre una remera de más y cuando terminés de correr, te la cambiás.
4. Dormir poco
Cuando dormimos, el organismo aprovecha para llevar a cabo las adaptaciones metabólicas necesarias. Por eso, dormir mal o no dormir influye de forma negativa en el desempeño.
Recordá que el descanso también es parte de la rutina de entrenamiento.
5. Demasiada (o poca) agua
Beber cantidades moderadas de agua a lo largo del día es la mejor forma de mantenerse hidratado sin exagerar.
Tomar demasiada agua puede diluir el sodio presente en el torrente sanguíneo y llevar a un cuadro de hiponatremia.
No tomar la cantidad debida antes de entrenar, sin embargo, puede desencadenar varios procesos fisiológicos en el organismo para intentar superar la falta de líquido en el cuerpo. Uno de ellos es el aumento de las pulsaciones, además de la deshidratación, claro.
6. Comer mucho
Cuando corremos, el flujo de la sangre se dirige hacia los músculos y la digestión desacelera. O sea, comer demasiado puede causar problemas gastrointestinales.
Y otra cosa: la comida frita, las grasas, el azúcar y muchas fibras antes de correr pueden causar molestias. Lo ideal, si comiste pesado, es esperar entre 2 y 3 horas para comenzar a entrenar
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